Hoy, son cada vez más los chilenos que optan por consumir productos naturales, bajos en calorías, pero principalmente orgánicos y mínimamente procesados, es así como Karina Uribe Soto, Ingeniero Agrónomo, titulada de la Universidad Católica de Temuco, observando las necesidades de este mercado, está desarrollando un proyecto de investigación FONDEF -Valoración de la Investigación en la Universidad (VIU) denominado, “Valorización de extractos y aceites esenciales de plantas aromáticas del sur de Chile con propiedades antimicrobianas y antioxidantes para la conservación de productos hortícolas en su poscosecha”, el cual busca ofrecer un producto natural que ilusiona con revolucionar la industria agrícola, evitando grandes pérdidas por el deterioro de los alimentos provocado por las bacterias, levaduras y mohos, pero por sobre todo para entregar un producto inocuo a las personas que evitan consumir alimentos con exceso de químicos y buscan potenciar una vida más sana.
En sus palabras, Karina nos cuenta que su idea “está enfocada en crear un producto que sea natural para disminuir la carga microbiológica que tienen los alimentos, principalmente, de IV gama (son los cortados, picados y listos para consumir). En Chile no existe un producto que podamos emplear, todo lo que se está aplicando viene de afuera, son empresas grandes que trabajan con productos sintéticos, no hay una organización que haga conservantes o aditivos naturales. Entonces estoy trabajando para validar las propiedades antimicrobianas y antioxidantes y así formular un producto para aplicar a las hortalizas y de esta manera alargar su vida útil y/o mantenerla desinfectada”, explicó la titulada de nuestra casa de estudios.
La ingeniero agrónomo comenzó con esta idea luego de realizar su tesis el año 2016, “Estudio de aceites esenciales de plantas aromáticas del sur de chile con propiedades antioxidantes y antibacterianas”, en la cual estudió las propiedades de algunas plantas nativas: “cuando tuve los primeros resultados, que fueron muy prometedores, comencé con la postulación al VIU. Así que mientras trabajaba en mi tesis, paralelamente, hacía el proyecto y luego cuando ya me lo adjudiqué, comencé a trabajar al 100% y eso fue al mes de titulada.
Sinceramente, hasta ahora se me ha hecho difícil, pero me gusta porque todos los días se aprende algo nuevo, y creo que todo depende del empeño que le pongamos para que las cosas salgan bien y así consigamos los objetivos”, precisó Uribe.
Extracción de los aceites esenciales
La joven investigadora, oriunda de Hornopirén, localidad que queda en la comuna de Hualaihué, a unos 100 kilómetros de la ciudad de Puerto Montt, nos comenta que en esa zona el único trabajo que se hace en el bosque, es la recolección de la madera. Al observar esa realidad, Karina se dio cuenta que luego de la extracción de ésta, siempre quedaban los restos vegetales (las hojas), afirmando que: “como no se hace nada con ellos se me ocurrió ocupar una de esas hojas, que quedan como deshecho, para sacarle extractos o aceite esencial y así utilizar esas propiedades que quedan ahí botadas en el suelo”. Es así como gracias a esta idea innovadora, contemplada desde su lugar de origen, Karina Uribe construyó todo un proyecto que no sólo busca aportar al desarrollo de su comuna y de nuestro país, sino que generar impacto mundial a través de la conservación natural de los alimentos.
Ahora, al hablar de extracción de aceites esenciales, la titulada de la UC Temuco nos explica que esto no significa cortar el bosque. De hecho, es enfática al decir: “no es matar el árbol, sino que es una poda que se realiza para protegerlo y a la vez con esto la idea es dar trabajo porque allá en mi comuna la gente está dedicada al área pesquera y a la extracción de madera, entonces pienso que se podría generar una asociación con agricultores, o gente que tiene campo y no los cultiva, para poder plantar plantas aromáticas”, agrega.
Además de la extracción, Karina confiesa su deseo profundo de proteger el bosque de la patagonia, siempre verde, indicando que “existe una certificación que se llama: “Certificación orgánica de los recursos forestales, no madereros”, y dentro de ésta entran los aceites esenciales, recolección de hongos o lo que se extrae. Por lo tanto, obteniendo esta certificación, podríamos proteger el bosque, puesto que ahora en mi comuna están entrando las mineras y los forestales entonces al tener esta certificación a nivel comunal, se podrían hacer otras cosas que no afecten directamente al bosque”, relata la Ingeniero.
OTL UC Temuco
La oficina de Transferencia Tecnológica y Licenciamiento de la UC Temuco, proyecto dependiente de la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica, liderada por Jaime Quilaqueo, ha desempeñado el rol de acompañar, guiar y asesorar a académicos y estudiantes en sus proyectos de investigación para luego transferir sus tecnologías con éxito fuera de la Universidad.
Por lo anterior, Karina destacó la labor de los gestores tecnológicos de la OTL señalando que : “los chicos con los que trabajo (Juan Pablo Cayul y Daniel Huenufil) tienen toda la disposición de ayudar y cooperar en las cosas que se les solicita. Espero que se pueda formar un buen equipo de trabajo ya que me gustaría poder seguir investigando otras líneas que han surgido. Por otro lado, la OTL nos ha capacitado en términos de patentamiento, propiedad intelectual, preparación de pitch, transferencia tecnológica, entre otros talleres y eso me ha servido muchísimo”.
En sus palabras, el director de Innovación y Transferencia Tecnológica, Jaime Quilaqueo sostiene que “el apoyo al desarrollo tecnológico y validación de los resultados de investigación de Karina, por parte de la Dirección, apuntan por una parte a la generación de una empresa de base científica tecnológica que valorice los productos científicos logrados por la investigadora y proyecte la sustentabilidad de la empresa en el tiempo. A esto se suma poder generar casos de éxito en la comunidad universitaria que permita aportar a la construcción de una cultura de innovación y emprendimiento que tome como pilar los procesos formativos de nuestros estudiantes”, enfatizó Quilaqueo.
Si bien, Uribe hoy se encuentra analizando todos los aceites esenciales y extractos de cada estación del año, puesto que su propósito ahora es elegir la mejor esencia para poder comenzar a probar la formulación del conservante natural, manifestó que en el futuro espera poder crear una planta de acopio y de extracción, además de producir aceites esenciales y extractos naturales no sólo para los productos hortícolas sino también para la industria farmacéutica y cosmetológica, todo esto en asociación con agricultores, pero “lo que mas deseo es poder seguir investigando y valorizando especies, ya que han surgido nuevas lineas de investigación para la agricultura y para la industria de los salmones”, acotó la joven investigadora.